Cumplir esa lista de “algún día”

Una aventura en kayak de travesía en familia aplazada por años se convirtió en el respiro de pandemia para esta familia de amantes de la naturaleza. ¿Cuál es tu viaje por Chile eternamente esperado?

“Algún día”, decíamos con mi marido mirando kayaks navegando plácidos por un río tranquilo. Mirábamos alternativas, conversábamos del tema. Uno no tan helado, no tan rápido, con riberas amables para poder desembarcar. Soñábamos en grande y luego nos desinflábamos: que los niños son muy chicos, que debe ser peligros, que hace frío, que no tenemos tiempo… La conversación siempre terminaba igual: “algún día”. 

Y luego vino la pandemia. Y nos encerramos como todos con nuestros cuatro hijos (y dos perros y un gato, pero ellos estaban felices de pasar el día acompañados). La siguiente salida fueron las vacaciones de verano. Armamos un plan (prudente) pero las cuarentenas acechaban y de pronto nos vimos en blanco. Íbamos hacia el sur, llovía. ¿Qué hacemos ahora? ¡Kayak! Sin darnos cuenta estábamos embarcando en el Río Angachilla, en Valdivia, con un guía experto (Río Vivo) y todo lo que cupo en 5 kayaks para dos días. Una experiencia increíble. Remar río arriba 3 horas cargando nuestro equipo y a nuestras dos hijas menores, volver al día siguiente siempre acompañando las mareas que mueven estos ríos en su desembocadura. Humedales, bosques nativos, camping en la ribera, fogata al anochecer. Un sueño cumplido. ¿Por qué no lo habíamos hecho antes? 

Si hay algo que nos ha enseñado esta pandemia es que la vida es hoy. Que tenemos que gozar con lo que tenemos a mano y aprovechar lo que hay. Es la hora de cumplir la lista de sueños pendientes, de usar las ventanas de salida que tenemos disponibles y aprovechar de construir experiencias y recuerdos para nuestra familia. La pandemia nos da la oportunidad de salir a explorar nuestro país. Improvisar, buscar rincones desconocidos, repartirnos a lo largo de nuestro territorio y empezar a cumplir con esa eterna lista de “algún día”. 

Y si la lista está en blanco, ¡hagamos una! Podemos salir a reencontrarnos con las raíces familiares visitando el lugar de origen de algún antepasado, explorar los lugares clave de la vida de un personaje histórico favorito, empaparse del mundo del vino o hacer un tur gastronómico usando como hilo conductor una zona o un ingrediente especial.  Redescubrir el lugar donde vivimos, salir a recorrer en bicicleta, probar todas las picadas de la zona. Sobran ideas, lo que faltará será tiempo para cumplirlas todas.