Escucha el otoño

¡Rápido! ¡Antes que se caiga la última! ¿Saliste ya a mirar las hojas de otoño? No desde el auto, ni por la ventana, eso no vale. Tocarlas. Acompañar a algún niño a recolectarlas, a comparar colores. Esa tradición mágica debería aparecer en el calendario.

El otoño siempre le gana en colores a las demás estaciones aunque para mí es más un olor que un color. La tierra que pide a gritos un poco de agua, el último polen, las hojas secas en el suelo, ese dulzor del aire tal vez de las últimas frutas que no se cosecharon… y por fin la humedad de las primeras lluvias.

Nunca había pensado que el otoño también se escucha hasta que leí sobre Henry Thoreau, conservacionista-filósofo-poeta estadounidense, famoso enamorado de esta época del año. Cuentan que no se resistía a pisar las hojas caídas haciendo el máximo de ruido posible, incluso cantando en voz alta en el bosque donde vivía. No lo hacía porque sí. Él buscaba una conexión con la naturaleza para darle nuevo sentido a su vida, cosa que logró (y bastante más) tras dos años habitando un bosque en una simplísima cabaña de madera.*

Sin necesidad de ponerse tan existencialista parece una linda costumbre descubrir el sonido otoño en los lugares que habitamos. Las hojas cayendo de los árboles, los cantos de los pájaros que ya no suenan igual que en verano, el silencio cuando oscurece. Juguemos a oler, probar, mirar, gustar y tocar las estaciones del año. Sentir la naturaleza están importante como saber sobre ella.

*Su experiencia la plasmó en el libro “Walden”, el texto de naturaleza más famoso de Estados Unidos, una mezcla de ciencia, experiencia y poesía características de la época. (El libro está disponible en librerías en Chile).

**La foto principal es de @relaxandenjoyit en la Reserva Nacional Altos de Lircay, Región del Maule, Chile. La de abajo es en Lonquimay, Región de la Araucanía, Chile. @elciervovolantechile.

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